La Marina Alta vivió ayer otra jornada negra de fuegos, aunque a las 1.30 horas de la madrugada el incendio forestal de Pedreguer fue dado por extinguido. La zona afectada, en la cima del Castell d'Aixa, tiene un acceso muy complicado. Ese pico está bastante pelado. No había mucha llama. Los bomberos se situaron en la ladera para impedir que cobrara fuerza y amenazara casas aisladas y el núcleo de la Llosa de Camatxo. Además, poco antes de las 10 de la mañana, en otro pico cercano, pero en Llíber, otro incendio arrasó 5.000 m2. Se descartó la quema de rastrojos. Es montaña y no hay bancales. Los bomberos y tres medios aéreos llegaron a toda prisa.

Y hubo un conato que puso los pelos de punta a los vecinos de Xàbia. Se declaró en la pinada del Rafal, a un paso del parque natural del Montgó. Los bomberos, Protección Civil y un helicóptero de extinción sofocaron en un pispás las llamas. La sucesión de siniestros en los últimos días (el del vertedero de Ramblars, también en Xàbia, está acotado) da que pensar. La hipótesis de la colilla como origen del gran fuego, que está estabilizado pero no controlado (ayer hubo un rebrote en la pinada de Cansalades), ha ganado mucho peso. Pero la Guardia Civil también investiga la reiteración de incendios en Xàbia en los últimos años, como el que carbonizó hace dos años 444 hectáreas del Montgó.

Mientras, Benitatxell ha pedido la declaración de zona catastrófica de la superficie arrasada, el alcalde de Xàbia, José Chulvi, vio ayer esa figura «poco operativa» y que traslada a los turistas una «imagen negativa».

Sin descanso

Cuatro días después de comenzar a arder, el incendio forestal que ha calcinado 600 hectáreas entre los términos municipales de Bolulla, Tárbena y Callosa d'en Sarrià, en la Marina Baixa, continúa sin darse por extinguido. Bomberos del Consorcio y brigadas forestales siguen trabajando sin descanso día y noche en la zona para refrescar el terreno y evitar posibles rebrotes, aunque desde la noche del miércoles apenas se han registrado llamas y el perímetro se encuentra cercado.

Fuentes de los equipos de extinción explicaron ayer que la situación se mantiene «estabilizada», lo que ha permitido ir retirando de manera paulatina las unidades que han estado trabajando para sofocar las llamas. Sin embargo, también avanzaron que todo apunta a que tampoco se dará por extinguido en las próximas horas, al existir todavía muchos puntos calientes que podrían provocar reproducciones del fuego en función de cómo evolucionen las condiciones climatológicas; esto es, si hay fuertes vientos o se incrementan las temperaturas. Por este motivo, todo apunta a que los retenes de guardia sobre el terreno podrían permanecer realizando labores de vigilancia, de localización de posibles nuevos focos y refrescando el suelo durante todo el fin de semana en el cual se espera la visita de miles de personas a ver el desastre.