Los submarinistas de Benissa y Calp han descubierto lo que podría ser un extraño cementerio submarino. Y se halla allí donde han realizado miles de inmersiones, en las aguas del Penyal d'Ifac de Calp y en las rutas submarinas de la Roca Plana y el Nido del Águila. Los buceadores del centro de les Basetes de Benissa recogieron del fondo marino, como adelantó ayer este diario, una sábana anudada. A llegar a puerto y desatar los nudos, hallaron un esqueleto humano completo y objetos que remiten a un ritual que podría estar relacionado con la brujería o la santería. Allí había plumas, laurel, ramitas con inscripciones de nombres de personas y un cayado (bastón de madera) partido por la mitad.

Pero ese siniestro hallazgo no ha sido puntual. Submarinistas de un centro de Calp descubrieron en la misma tarde del sábado, sobre las 16 horas, otro paquete similar sumergido muy cerca de donde se descubrió el primero, en la Roca Plana. Y por la noche, los buceadores de les Basetes, durante una inmersión nocturna, hallaron otra sábana que envuelve también restos humanos. Éste último fardo, hallado en el Nido del Águila es, eso sí, de dimensiones más grandes que los dos anteriores.

Los buceadores señalizaron los paquetes con boyas. No quisieron tocar nada, ya que la Guardia Civil, tras la aparición del primer esqueleto, ha abierto una investigación.

Esta mañana los dos clubes de buceo han colaborado con los submarinistas del GEAS de la Guardia Civil. Desde el final del paseo Príncipe Felipe (rodea por la costa la cara norte del Penyal), se atisbaban tres embarcaciones, las de los submarinistas de Benissa y Calp y la de los especialistas de la Benemérita, quienes recuperaron los dos nuevos paquetes e inspeccionaron el fondo marino en busca de nuevos. Por tanto, hasta ahora al menos se habrían hallado tres cadáveres. El primer esqueleto estaba completo. Los restos óseos tendrían unos 20 años de antigüedad. Se habrían desenterrado para introducirlos en la sábana anudada junto a objetos que podrían también remitir a un ritual satánico, posibilidad que la investigación no descarta.

En cualquier caso, a quien recorre el tramo final de este paseo marítimo, no se le escapa la enorme fuerza telúrica del Penyal, que aquí se alza vertical e imponente. De hecho, en las escarpadas rocas hay pintadas funerarias recientes (la última de este mismo año), así como flores. Hay familias que arrojan aquí las cenizas de sus seres queridos. El ritual de los paquetes con esqueletos podría también estar relacionado con prácticas mortuorias esotéricas. Esta hipótesis ha cobrado fuerza con el hallazgo de las dos nuevas sábanas anudadas y que contienen más restos humanos.