La Associació Benissera Anti-incendis (ABAI) ha colocado trampas de feromonas para combatir la plaga de la procesionaria en las masas forestales de la Solana, la Malla Verda y el Collado, que es donde estas orugas causan más estragos en los pinos. Las trampas atraen a los machos. ABAI instaló las primeras trampas en junio. Empezó a realizar un seguimiento semanal de la población de procesionaria.

A medianos de julio, se alcanzó el nivel de capturas que determina el umbral de tolerancia. Esta asociación ya pudo entonces colocar todas las trampas. Se prevé que en cada bolsa queden atrapadas unas 200 mariposas. La procesionaria ataca a los pinos más débiles. Estas zonas, sobre todo la Solana, que ardió hace una década, presentan pinadas incipientes y todavía frágiles.