La Reserva Natural de los Fondos Marinos del Cabo de Sant Antoni, espacio natural costero que comparten Dénia y Xàbia, se está convirtiendo estos días en un colador. Pese a que está prohibido fondear, durante el día de ayer decenas de embarcaciones de recreo arrojaron el ancha en este litoral que forma parte del parque natural del Montgó. Bañistas que a mediodía se hallaban en esta costa contaron 41 embarcaciones fondeadas de las que sólo ocho se habían enganchado a las boyas de fondeo colocadas por la conselleria de Medio Ambiente para evitar, precisamente, que se tire aquí el ancha y se dañen los algueros de «Posidonia oceanica». Los bañistas también aseguraron que estaban entrando a toda velocidad motos acuáticas en la reserva marina, actividad que también está prohibida, ya que en estas aguas no se puede navegar a más de tres nudos. Los testigos avisaron a la Guardia Civil, que, según afirmaron, no disponía en ese momento de patrullas para enviarlas a la reserva y levantar actas de infracción y tramitar las denuncias.

Este litoral está protegido por su enorme valor natural y por la existencia de praderas de «Posidonia oceanica» muy bien conservadas. Estas plantas marinas forman hábitats protegidos incluso por directivas de la Unión Europea. Estos fondos también los preserva el PORN del Montgó. El arrastre de las anchas sobre los fondos marinos daña la «Posidonia» y es, de hecho, una de las principales causas de la destrucción de unos algueros que, aparte de tener un gran valor natural, son un indicador de la calidad del agua marina.