Los dos menores de 13 y 15 años corneados en apenas 24 horas en los bous al carrer de Museros y Calp han sido el detonante para que se anuncie un cambio de la normativa que regula la seguridad en los festejos taurinos, donde han muerto 20 personas y se han contabilizado 4.359 heridos en los últimos cinco años en la Comunidad Valenciana. En una reforma próxima se va a duplicar el número de colaboradores voluntarios formados que deben retirar del recinto del festejo a los menores de 16 años.

El reglamento actual obliga a los organizadores a desplegar al menos diez colaboradores voluntarios capacitados y con experiencia para que se cumpla la normativa, con el foco puesto en tres aspectos: quitar a menores del recinto, expulsar a personas que evidencien falta de condiciones (por embriaguez, intoxicación por drogas o discapacidad física o psíquica) y evitar el maltrato de las reses. Este otoño, la Federació de Penyes de Bous al Carrer propondrá a la Generalitat una serie de medidas encaminadas a reforzar la seguridad y mejorar el bienestar animal entre las que se incluirá «aumentar y doblar el número de voluntarios hasta los 20 ó 25», según avanzó ayer a este periódico el presidente de las peñas, Vicent Nogueroles.

Su objetivo es conformar una especie de «vigilancia privada» -en sus palabras- más efectiva y visible que ahora en el recinto de los bous al carrer. Que se dejen atrás los brazaletes que visten actualmente los voluntarios y se opte por unas camisetas de colores reflectantes para aumentar la visibilidad de los controladores. Y con el incremento de su número, que se gane en efectividad para que no ocurra lo que prohíbe la ley pero que se da con frecuencia: que los menores de 16 años bajen del cadafal y entren en contacto directo con los astados. «Todos tenemos parte de culpa, siempre, cuando ocurre algo en un festejo popular. Pero no se trata de buscar culpables, sino la manera de que no vuelva a ocurrir», afirmó ayer Nogueroles.

«Grupo de máximo riesgo»

Si es seguro que la propuesta saldrá adelante es por la predisposición, justamente en esa misma línea, que expresó ayer el secretario autonómico Josep Maria Ángel, director de la Agencia Valenciana de Seguridad. El máximo responsable político de los bous al carrer instó ayer a «aumentar el compromiso de los organizadores en la vigilancia para minimizar este tipo de sucesos» en los recintos donde se celebren bous al carrer. «Si eso implica que los voluntarios asuman un papel superior, tendrán que hacerlo», manifestó Josep Maria Ángel a INFORMACIÓN minutos antes de que Nogueroles confirmara que la propia federación tomará la iniciativa en este campo.

El dirigente autonómico -respetado por el sector taurino desde el primer momento- asegura que «los menores son un grupo de personas de máximo riesgo y la Administración no puede dejar de pensar en ellos. El tutelaje de la Generalitat ha de estar en permanente revisión, aunque esté regulado ya en el decreto». Por eso, recalca que «los organizadores están obligados a velar por el cumplimiento de la normativa en todos los aspectos y más todavía en el control de los menores».