Las fiestas de Sant Jaume de Ondara son de pocos protocolos. Se viven en la calle, en los garitos de las peñas y las «quintades». Las cenas populares llenan de animación un pueblo que tiene dos epicentros de fiesta, la plaza de toros y el Prado. Además, este año se ha apostado por los conciertos de rock, que se suceden cada noche y que todavía animan más una celebración que ayer vivió uno de sus días grandes. La plaza de toros acogió la divertida entrada de «quintades». En estas fiestas, no hay solemnidad. Todo son risas y amistad. La plaza permite congregar a una multitud de personas. Ondara tiene un espacio único.

Los espectáculos taurinos (este año se han recuperado las entradas) continuarán hasta el sábado. Mientras, cada noche hay un concierto. Ondara ha apostado fuerte por los grupos de la comarca y por la música rock. Estas fiestas son un espaldarazo para una escena musical comarcal que vive un momento dulce. Los vecinos saben que estas fiestas son de pantalón corto y mucha calle. Y las viven a lo grande. Ondara bulle de fiesta.