Conocido el informe sobre el Tren de la Costa, el alcalde de Oliva, David González, no perdió ni un minuto y el pasado viernes convocó una reunión urgente con los portavoces de todos los partidos para consensuar una postura común. Esa posición política es clara. El Ayuntamiento de Oliva cuestiona que el tren hasta Gandia no sea rentable, sobre todo desde el punto de vista social, y continuará exigiendo «la ejecución inmediata» de un tramo de vía única que, con solo 10 kilómetros de longitud sobre una plataforma que ya existe, revolucionaría el transporte público no solo en Oliva, sino en todo el sur de la Safor. Según señala el ayuntamiento en su posición unánime, en Oliva no se vio con buenos ojos que las reivindicaciones de la Safor y la Marina para unir Gandia y Dénia por ferrocarril quedaran diluidas, a partir de octubre de 2011, en el megaproyecto del Tren de la Costa Valencia-Alicante, de muy difícil realización por sus características técnicas y, sobre todo, su elevadísimo coste económico. «El Ayuntamiento de Oliva siempre ha valorado el protocolo del Tren de la Costa de forma contradictoria, dado que si ya eran complejos los trámites del tramo Gandia-Oliva-Dénia, al añadir la ruta Valencia-Alicante, todavía se complicaban las cosas», indica el consistorio.

Por otra parte, la alcaldesa de Gandia, Diana Morant, lamentó que el gobierno central del PP «siga discriminando a la C. Valenciana en materia de inversiones». La primera edil consideró que el Ministerio «esconde tras un informe otros motivos que prefiere no explicar, como el ninguneo y la falta de sensibilidad a los problemas de los valencianos». Para Morant, es intolerable aludir a motivos socioeconómicos cuando «existen muchas razones para invertir en infraestructuras y poner fin al aislamiento de comarcas clave en el desarrollo económico valenciano». Por último, Morant anunció que impulsará una reunión de los municipios afectados por el retraso en el desarrollo de este proyecto con la Generalitat para buscar el amparo del Consell.