En los «bous al carrer», en un segundo de descuido sobreviene la tragedia. Un joven de Almoines, Rubén Frasquet Morant, de 29 años, falleció en la madrugada del viernes al sábado tras ser empitonado por una vaca en las fiestas de PedreguerPedreguer. El astado le clavó el pitón en el hemitórax izquierdo, cerca del corazón. La embestida fue brutal. Los sanitarios de la Cruz Roja trasladaron a toda prisa al herido al hospital, al que llegó ya sin constantes vitales. En urgencias, los médicos intentaron reanimarlo durante media hora. Pero la cornada había sido gravísima. Los numerosos testigos, nada más presenciarla, ya barruntaban lo peor.

Rubén, de 29 años y que residía en Oliva, había acudido con unos amigos al primer encierro de estos famosos festejos de «bous al carrer», conocidos como el sanfermín valenciano. El encierro, multitudinario y con toros de la ganadería La Paloma, se saldó sin heridos. A continuación, comenzó la suelta de vaquillas de la ganadería Benavent. Y llegó la desgracia.

El recinto estaba repleto de gente. Rubén charlaba animadamente con dos chicas junto a la pirámide, según relataron a este diario testigos de la cogida. El gentío se abría y refugiaba en las barreras dado que la vaquilla corría hacia allí. El joven ayudó a las jóvenes a entrar en la ratera, pero se despistó y no fue consciente de que el astado ya se le echaba encima.

«Se descuidó. Y cuando la embestida ya era inevitable, todavía se giró hacia la vaquilla, que le empitonó en el abdomen», explicó un vecino de Pedreguer que presenció la cogida a apenas tres metros.

La vaquilla levantó al joven en el aire que, con su propio peso, todavía se hundió más el pitón en la caja torácica. El chaval ya cayó al suelo sin sentido. Y la res se ensañó con él y volvió a embestirle. Entre varios aficionados, pudieron quitarle la vaquilla de encima y lo metieron dentro de la ratera. Sangraba abundantemente. Los sanitarios se lo llevaron a toda prisa. El puesto de enfermería está a apenas diez metros. Lo trasladaron al hospital tratando de mantenerle las constantes, pero el joven no reaccionaba. Falleció en urgencias del hospital pasada la 1 de la madrugada.

«En los "bous al carrer" no puedes despistarte ni un segundo. Estas fiestas tienen ese peligro», comentó el mismo vecino antes citado. El pasado año, un turista francés de 44 años que pasaba sus vacaciones en Oliva murió en estos festejos de Pedreguer. Estaba grabando con su teléfono móvil al toro cuando éste lo embistió con violencia.

La muerte de Rubén causó gran consternación en su pueblo natal, así como en Oliva, donde residía con su compañera. Pedreguer también se tiñó de luto. La madrugada del viernes al sábado se suspendieron los «bous al carrer». Y también ayer. El equipo de gobierno, de Compromís, y la comisión de fiestas se reunieron de urgencia y decidieron «en señal de duelo» suspender unos actos taurinos que se reanudarán hoy, a las 8 de la mañana, con una nueva entrada.

El gobierno local y la comisión de fiestas expresaron «su apoyo y duelo a la familia y los amigos del difunto». Al tiempo, recordaron a todos los vecinos y a los numerosos visitantes que acuden a Pedreguer a los «bous al carrer la importancia de participar con responsabilidad y de acuerdo con las normas de seguridad».

Antes de que la vaca corneara a Rubén, los voluntarios taurinos habían recorrido el recinto para cerciorarse de que se cumplían todas las medidas de seguridad. También comprobaron que no había menores ni personas ebrias. Todo estaba en orden. Pero los descuidos no se pueden prever. El alcalde, Sergi Ferrús, advirtió ayer de que en estos festejos siempre hay «situaciones incontrolables».

El joven de Almoines es la primera víctima mortal este año en los «bous al carrer» en la Comunidad Valenciana. En 2015, murieron doce personas en toda España, tres en la Marina Alta, un aficionado en Benissa, un turista francés en Pedreguer y un anciano en Gata.