La Policía Local de Dénia quiere evitar a las familias que están de vacaciones el mal trago de buscar durante horas a un hijo extraviado en la playa. El pasado verano se perdieron cuatro chavalines de entre 5 y 10 años. «Los padres pasan horas de mucha angustia», indicó ayer el intendente jefe de la Policía, José Martínez Espasa. La Concejalía de Gobernación pondrá a disposición de las familias unas pulseras de colores. Llevan un código de identificación. Los padres darán un número de teléfono y una dirección. Cuando la Policía encuentre a un niño con la pulsera, en seguida localizará a sus familiares.