El primer día de faenar tras el paro biológico fue un desastre. Los pescadores, eso sí, lo daban por hecho. Las barcas de arrastre de Dénia, Xàbia y Calp regresaron en la tarde de ayer a puerto sin apenas gamba roja. Pescar, sí pescaron. Pero mucha musola (es un pequeño tiburón), brótola y cangrejo. De la gamba, ni rastro. Las barcas pescaron entre dos y seis kilos de marisco. «Esas cantidades no son nada. Hemos perdido el día», lamentó un pescador en el puerto de Xàbia.

En realidad, los marineros saben por experiencia que tras la parada biológica la gamba roja se esfuma. Ahora los pescadores ya saben por qué este marisco, que debería haberse regenerado (los arrastreros llevan un mes amarrados a puerto), desaparece. Las barcas no han peinado los caladeros y han proliferado los depredadores de la gamba roja, sobre todo la musola (es un pequeño tiburón). De ahí que ayer los pesqueros atraparan gran cantidad de estos peces.