Los policías locales de Calp llevaron ayer sus protestas ante la Diputación de Alicante, órgano que preside el alcalde calpino, el popular César Sánchez. Los agentes realizaron una pitada de una hora. De este modo, expresaron su enfado por la valoración de puestos de trabajo aprobada provisionalmente por el gobierno local (formado por el Partido Popular e independientes). Los agentes denuncian que la valoración en cuestión les rebaja el complemento específico, que sería el más cicatero de Alicante, y menosprecia la peligrosidad.