Steven García McKenzie ha puesto más que un grano de arena en la lucha contra la malaria, una enfermedad de la que el pasado año se registraron, según la Organización Mundial de la Salud, 214 millones de casos.

Este xabienc de 33 años ha terminado ahora en el instituto Número 1 de Xàbia el ciclo de grado superior de desarrollo de aplicaciones multiplataformadesarrollo de aplicaciones multiplataforma. Cuando empezó, no sabía abrir un archivo zip. Entonces ni se imaginaba que haría su proyecto final en la universidad de Oxford.

Steven se marchó a Oxford con una beca Erasmus de unos 300 euros. Allí, en el departamento de Medicina Tropical, ha desarrollado durante tres meses una aplicación informática que facilita la investigación de la malaria.

En Xàbia, dejó a su mujer y a sus dos hijos (el pequeño nació en diciembre). Y dado que la beca no le daba para mucho, tuvo que trabajar en un supermercado los viernes, sábados y domingos de 6 a 12 de la mañana.

El joven xabienc no iba, eso sí, a ciegas. La organización WWARN (WorldWide Antimalarial Resistance Network), referente mundial en la investigación del paludismo, había detectado que se perdían datos de la enfermedad y que era imprescindible agruparlos.

Steven se puso manos a la obra y creó Vivax Data Manager, una plataforma que facilita la búsqueda y el filtrado de tratamientos y estudios sobre la malaria. Será clave en el ámbito científico y también en el sanitario. Está abierta a todo el mundo, pero la utilizarán principalmente una científica estadounidense y un programador de Australia.

«Los datos y las investigaciones médicas se recopilaban hasta ahora en hojas de cálculo poco intuitivas y visuales y se perdía información», explica este joven informático. «Vivax Data Manager es un servidor público y la información va a estar al alcance de todos los investigadores», destaca. Para desarrollar esta aplicación ha utilizado las últimas tecnologías web (Angular, Bower o Node, por ejemplo).

Steven, al comenzar hace dos años a estudiar el ciclo formativo en el IES Número 1, dio un giro profesional total.

Era educador social. «Pero siempre se me habían dado bien las matemáticas y las ciencias. Y vi que había salidas. Al principio, el ciclo fue duro. Pero en seguida me apasionó. Y la experiencia de realizar el proyecto final en Oxford ha sido maravillosa», afirma.

El proyecto lo presentó en la universidad británica. «La informática tiene muchísimas aplicaciones médicas. La WWARN quería una herramienta fácil e intuitiva. Y yo estoy orgulloso de haber contribuido, desde mi especialidad, a luchar contra la malaria», afirma este joven de Xàbia, que sostiene que esta aplicación también se podría emplear para los virus del ébola y del zika.