El nuevo Ayuntamiento del municipio de Xàbia se ha sometido a la prueba de la ventosa. Y no ha salido bien parado. Inaugurado el pasado mes de marzo, es un edificio que ya sufre algunos achaques.

Una empresa ha estado esta pasada semana revisando las losetas de la fachada del inmueble. Se temía que se desprendieran dado que durante los años que el Ayuntamiento, que costó 6,6 millones de euros, estuvo cerrado (se acabó en 2008 y no ha tenido uso hasta ahora), ya habían caído algunas.

La empresa ha retirado unas cuarenta losetas. Primero comprobó si estaban bien adheridas con una especie de ventosa. Los operarios tiraban de ellas y confirmaban si se movían o no. El edificio ofrece ahora una imagen bastante peculiar y llamativa. Es como si hubiera sufrido la lepra. Ha perdido parte del revestimiento, que se reparará en los próximos días.

Y no es la primera deficiencia del edificio que ha salido a la luz. Las escaleras exteriores eran peligrosas y, por la noche, más de un vecino dio con sus huesos en el suelo.

Ahora se ha marcado una línea blanca en los peldaños, que son oscuros y no se aprecian bien. Así los viandantes ya saben que hay escalones y los bajan con más tiento para evitar caídas.