­A nada de las elecciones, el Gobierno ha desbloqueado uno de los proyectos más reivindicados en la Marina Alta. El Consejo de Ministros dio luz verde ayer a la licitación por 29,7 millones de la variante de la N-332 en Benissa. La obra, que lleva 7 años paralizada (quebró la primera empresa adjudicataria), evitará que cada día atraviesen este municipio más de 10.000 coches.

El trazado de la variante tiene 4,5 kilómetros y se han proyectado 19 estructuras (pasos superiores, muros u obras de drenaje). La comarca reclama este desvío desde hace al menos tres décadas. La actual travesía es peligrosa y provoca polución en pleno corazón de Benissa.