La campaña no va con rodeos. Se llama «Dénia sin cacas». Incluye videos en los que se ve un pastelón de excrementos que tapa el castillo y la glorieta. Y hace juegos de palabras con la «caca». Apela a los vecinos para que ayuden a limpiar la ciudad de «cacas». La palabra se repite machaconamente. El concejal de Seguridad admitió que la campaña era «agresiva», pero dijo que lo que «sí que daña» la imagen de Dénia es que cada día los dueños de mascotas dejen sin recoger más de 5.000 deposiciones. En la web de «Dénia sin cacas», se puede incluso jugar a retirar en 20 segundos «zurullos» virtuales que manchan la postal del puerto y el castillo.