Las cosas (y las cacas) por su nombre. Dénia ha lanzado una campaña de lo más escatológica. Los eslóganes son bien explícitos: «No me vengas con mierdas. Si te pillamos pagas», «zona libre de cacas. Y de guarros», «la bolsa o la multa»... Ya no se puede esconder el problema debajo de la alfombra. El concejal de Seguridad, Javier Scotto, expresó en cifras la pasada semana la dimensión del incivismo. Cada día, siembran la ciudad 5.200 cacas. Scotto y el edil de Medio Ambiente, Josep Crespo, presentaron ayer la campaña «Dénia sin cacas».

«No, esta campaña no daña la imagen de Dénia, lo que sí la lleva dañando desde hace años es la presencia de excrementos en las calles», explicó Scotto cuando se le cuestionó sobre las imágenes (hay excrementos en primerísimo primer plano) de las que se echa ahora mano para concienciar a los vecinos.

La Policía Local ha detectado ya qué calles de Dénia están más minadas de cacas. En el mapa, se han localizado 40 «zonas cero», de las que 23 están en el meollo urbano, en calles y plazas como Sant Jaume, Saladar, Joan Fuster, Patricio Ferrándiz o la Ronda de les Muralles. «Queremos andar con la cabeza bien alta y no taciturnos y con la mirada clavada en el suelo», dijo el edil de Seguridad.

En las «zonas cero» se colocará la cartelería con esos eslóganes que buscan concienciar y sonrojar a los muchos vecinos (un 60% de los propietarios de perros) que se hacen los despistados.

El edil reveló que se va a modificar la ordenanza de convivencia ciudadana para incrementar de 200 a 400 euros la multa por no recoger los excrementos o por llevar al perro suelto. Subrayó que la suciedad de las cacas perjudica a la economía y al turismo. «Lo pagamos todos cuando quien debe pagar es el infractor». «El peor daño es la presencia cada día de 5.200 deposiciones en nuestras calles y parques».