­Xaló y Llíber están a punto de dejar atrás la primera crisis de suministro del año. Desde hace 6 días, las analíticas ya no detectan exceso de aluminio ni de turbiedad en el agua, que pronto se volverá a declarar potable. El problema residía en una bomba del pozo de Parcent que vibraba mucho y ensuciaba el caudal. Ahora se utiliza una de menor tamaño y el agua, incluso antes de entrar en la potabilizadora, está clara y libre de aluminio. Con todo, estos dos pueblos no echan las campanas al vuelo. La sequía va a más y el verano será duro.