El turismo náutico no tiene freno. Para bien y para mal. Su potencial es tremendo. El litoral de acantilados y calas de Xàbia atrae cada verano a turistas que se mueven a sus anchas en motos acuáticas y embarcaciones. Pero también hay que poner algunos límites. Así lo ha entendido el Ayuntamiento de Xàbia que, por primera vez, balizará este verano dos de sus cuevas marinas, la dels Òrguens y la del Llop Marí. La primera se abre en la base del imponente acantilado del Cap de la Nau. Y a la segunda se puede llegar a nado desde la cala del Sól del Barranc, en Ambolo. Las balizas impedirán que entren las motos de agua y las lanchas. En la Cova del Llop Marí, que se llama así porque aquí vivió hasta los años 80 una de las últimas focas monje del Mediterráneo occidental, la entrada de motos y barcas dejaba un penetrante olor a combustible. Se ponía, además, en riesgo la seguridad de bañistas y buceadores. En la Cova dels Òrguens también se suele practicar snorkel y hasta aquí llegan numerosos bañistas en piragua.

En estas cuevas, llegaban a coincidir varias excursiones de motos acuáticas. Las empresas que las organizaban hacían casi un uso de monopolio de estas grutas litorales. Además, se ponía en peligro a quienes entraban a nado o a remo.

Al balizarlas, también se busca preservarlas. Estas cavidades tienen un gran valor natural. En la del Llop Marí, existe una colonia del endemismo «asplenium marinum». La Conselleria de Medio Ambiente ha respaldado esta iniciativa. Estas cuevas forman parte de una costa protegido por la figura del LIC (Lugar de Interés Comunitario) de Penya-segats de la Marina.

Xàbia también balizará un verano más la cala de Ambolo, pese a que sigue clausurada por desprendimientos. Los bañistas hacen caso omiso a la prohibición y bajan a uno de los tramos costeros más bellos de la Comunidad Valenciana.

Otra novedad este verano es que se instalarán 33 boyas de fondeo para buceadores, nueve en el litoral norte y la reserva marina, 17 en la bahía del Portitxol y siete en el litoral sur.

La Cova Tallada no es necesario balizarla, ya que tiene una restinga de piedra que impide entrar a las embarcaciones y motos acuáticas.