La calle Esparta, en la turística zona de la Cala Blanca de Xàbia, tiene el peor paso de peatones del mundo. La acera acaba en un bordillo de 45 centímetros de altura. Para una persona que va en silla de ruedas o tiene movilidad reducida o para unos padres que empujan un carrito de bebé es imposible bajar de la acera a la calzada (y peor todavía subir del paso de peatones a la acera). Ahora este bordillo podría, por fin, eliminarse. El departamento de Servicios está negociando con la urbanización de esta lado de la calle para rebajarlo y hacer una rampa. La solución no es fácil. El bordillo es tan alto porque la calle, cuando llueve con intensidad, se inunda. Evita que el agua se cuele en las casas.