El Consorcio de Aguas de la Marina Alta, un organismo creado en 1987, ha ideado un plan de choque para salvar un verano en el que 40.000 vecinos (sin contar los turistas) podrían quedarse sin agua potable. Los 3.600 de Xaló y Llíber ya hace dos semanas que no la tienen. Benissa y Senija están contra las cuerdas. Atraviesan la peor situación hídrica de los últimos 17 años. Y Teulada-Moraira y el Poble Nou de Benitatxell están abocados a un verano sin suministro potable. Además, algunos de sus pozos sufren contaminación bacteriológica.
El consorcio se reúne este viernes en su nueva sede de la desalinizadora de Xàbia y pondrá sobre la mesa una propuesta comarcal para esquivar ese panorama tan negro. La solución de emergencia estaba, por otra parte, cantada. Calp deberá abrir el grifo del trasvase que le llega desde la Vall de Laguar (desde el pozo Lucifer). Cedería en julio, agosto y septiembre 145.200 metros cúbicos de ese agua a Xaló, Llíber, Benissa y Senija. Para compensar, aumentaría la producción de su desalinizadora del Barranc Salat de 140.000 a 285.200 m2.
Mientras, Xàbia también sacaría más rendimiento de su desalinizadora. Inyectaría en julio y agosto 186.000 m3 a Teulada-Moraira y Benitatxell. El coste de este plan de choque lo asumirían los municipios que recibirían el suministro.
El consorcio también presentará el viernes una propuesta de actuaciones a medio y largo plazo. Y ahí sí hay sorpresa. Este organismo, que tiene al frente el alcalde de Calp y presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, del PP, apuesta por los trasvases comarcales más que por las desalinizadoras. Plantea realizar un segundo trasvase. Los caudales se sacarían del acuífero de Almudaina-Alfaro, en la Vall d'Ebo, y se llevarían al litoral sur de la Marina Alta. Recibirían este agua de la montaña Calp, Senija, Benissa, Teulada y Benitatxell, así como todos los pueblos de la Vall de Pop (de Parcent a Xaló)
«El presupuesto para la hipótesis de máxima transferencia, de 20 hectómetros cúbicos al año, se cifra en 29 millones de euros», indica el consorcio en su informe.
El otro trasvase comarcal funciona desde hace más de dos décadas. Es el que baja de la Vall de Laguar a Calp. Sin embargo, se legalizó hace un año. El tope máximo que se puede extraer al año de agua es de 3,8 hectómetros cúbicos. El informe deja entrever que el consorcio apuesta por ese trasvase antes que por ampliar la desalinizadora de Xàbia, proyecto que subía a 16,9 millones.
