El PSPV se doctoró en desactivar mociones de censura en el pasado mandato en Benidoleig. Sus ediles se aliaron con el PP para tumbar al alcalde de Compromís. Pero los socialistas los expulsaron a toda prisa y, al convertirse en tránsfugas, quedaron inhabilitados para remover gobiernos. Ahora el PSPV de la Marina Alta promete actuar también rápido si su edil en Alcalalí, Bernardo Ferrer, que ha roto con sus socios de Compromís, se alía con la oposición del PP. «No vamos a consentir una moción de censura», afirmó ayer a este diario el secretario comarcal del PSPV, Toni Vaquer.

El dirigente comarcal avanzó que van a intentar «reconducir el pacto de progreso». «Es difícil, lo sé, pero creo que con diálogo puede recomponerse el acuerdo. Y no debemos olvidar que el pueblo, en las últimas elecciones, decidió que el gobierno fuera de izquierdas». Con todo, Vaquer admitió que, si Bernardo Ferrer, que es primer teniente de alcalde, decide que no hay vuelta atrás y se pasa a la oposición, «es una opción personal que debemos respetar». «Eso sí, moción de censura no va a haber», insistió.

Mientras, Compromís, que tiene tres ediles y mantiene el apoyo del único concejal de EU, Francisco Costa, que es también alcalde de la entidad local de la Llosa de Camatxo, no atisba que el pacto con el PSPV pueda reconstruirse. La alcaldesa, la valencianista Maribel Molina, anunció ayer que seguirá trabajando en minoría.

Dejó claro que el concejal socialista ya no goza de su confianza tras «las conversaciones y negociaciones que ha mantenido con los concejales del PP para llevar a cabo una moción de censura en contra de Compromís». Dijo que Bernardo Ferrer comunicó incluso a los funcionarios que estaba decidido a aliarse con el PP para apartar del gobierno a sus socios valencianistas.