Hay víctimas de la burbuja inmobiliaria que no se resignan. Manuel Mir, el anciano coraje de Xàbia, inició ayer una protesta ante el banco al que reclama 1.700 euros de la acometida de luz de la finca fantasma en la que vive. Es, de hecho, el único vecino. El resto de pisos los tiene en venta la inmobiliaria del banco. Mir se atrincheró en enero en esa vivienda. Ahora ha dejado la trinchera y sigue su batalla en la puerta de la sucursal.