Xàbia ha desbrozado la espesa capa de olvido que ocultaba su último vestigio de la Guerra Civil. Las brigadas sociales (parados de larga duración contratados gracias el plan de empleo local) han retirado la maraña de vegetación que tapizaba la ladera de la Caleta del Port. Y debajo ha aparecido una robusta ruina. Es un refugio construido en 1938 y en el que se refugiaba la población cuando zumbaban en el aire los aviones de la Italia fascista o de la legión Cóndor de la Alemania nazi.
Xàbia estaba en el punto de mira del ejército de Franco. El arqueólogo Ximo Bolufer explica que este municipio tenía dos puntos estratégicos, un aeródromo con dos pistas de aterrizaje construido en la partida agrícola del Pla y el pequeño puerto pesquero. Esos «objetivos» ponían en peligro a la población civil. De ahí que la Junta Local de Defensa Pasiva decidiera construir hasta siete refugios antiaéreos. Uno de ellos estaba en el antiguo convento de las Agustinas. Todos han desaparecido excepto el que ahora se ha quitado de encima toda la maleza que lo enmascaraba.
El arqueólogo de Xàbia recuerda que esta estructura de la Caleta del Port se levantó sobre una ladera de sedimentos arcillosos muy inestable. Durante su construcción se produjo un derrumbe y uno de los operarios quedó herido y después murió. «El refugio tenía dos bloques, uno al sur, al que se accedía por una escalera que todavía se conserva, y otro situado a unos 25 metros al norte», explica Bolufer. «Para dar estabilidad al refugio y evitar filtraciones se cubrió la parte sur del talud arcilloso con una capa de mortero de cemento que actualmente está tapada y en gran parte destruida por la vegetación natural».
En Xàbia ya no quedan más vestigios de la Guerra Civil que éste. Los búnker del Muntanyar se destruyeron en los años 80.
