El coleccionista de ánforas se desprende de sus tesoros. José Piera, el Pegolí, ha donado al museo arqueológico de Dénia otras cinco ánforas. Todas ellas son de la antigüedad clásica. La mejor conservada es, curiosamente, la más remota. Está datada en el siglo V antes de Cristo. El arqueólogo de Dénia Josep Gisbert explicó ayer que es púnica y tiene rasgos estéticos fenicios. Su nombre es Mañá A4 y es «excepcional», afirmó. Se utilizó para transportar vino y pertenecería a un pecio hallado en la isla de Tagomago (Ibiza).

La donación de Piera incluye otra ánfora de vino. Es del siglo III antes de Cristo y se fabricó en Pompeya. No hay duda. La pasta cerámica se reforzó con cenizas del Vesubio. Las otras ánforas también son romanas y contenían salsa de pescado. Dénia ya era entonces una capital de la gastronomía y el vino. Igual que ahora. El Pegolí puede dar fe. Ha sido uno de los restauradores dianenses de más nombre.