Que Calp es su segunda tierra no tuvo que decirlo. A Pablo Pineda se le nota. Fue dar inicio al pregón que le ha encargado este año la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades y emocionarse. Quiso empezar por el principio y aclaró que aunque es de Málaga todos sus antepasados son calpinos.

La Semana Santa de Calp no le es ajena, incluso le guarda similitud con la de Málaga. Le quiso hacer un guiño a las cuatro hermandades calpinas y así la Procesión del Silencio le recuerda a las Servitas de su tierra, por su espiritualidad. Se adentró en la Semana calpina y describió los himnos de esas procesiones fastuosas, incluso con dolor, según expresó, reconoció más la autenticidad de Calp, quizá por ser de más reciente creación. La procesión del Gitano le parece puro sentimiento. Le maravillaba el clasicismo de las Tres Caídas, la tradición y sobriedad del Nazareno, que es la más antigua.

Con sus palabras, una iglesia abarrotada, iba asintiendo. La Semana Santa para Pineda es también un acto social, de encuentro entre las gentes. Un modo de relacionarse, de convivir, de formar parte de un grupo.