Las palmeras del centro histórico de Teulada estaban sanas y robustas. Quizás demasiado robustas. El gobierno de Teulada, del PP, se ha afanado en explicar que las ha talado (en dos días 21 palmeras acabaron serradas y troceadas) porque hace 17 años se plantaron muy arrimadas a las casas. Cuando han cogido altura, han ocasionado daños en las fachadas de las viviendas.

Además, en los días de fuerte viento, al balancearse, sus copas impactaban contra los tejados y balcones. Caían cascotes y cristales a la calle. El gobierno local temía que algún viandante acabara descalabrado.

El alcalde, el popular Carlos Linares, leyó ayer un informe técnico, que incide en que los ejemplares talados no estaban catalogados ni protegidos por las leyes de patrimonio natural.