Los budistas se arremangarán para que la montaña de la Vall d'Ebo, que quedó reducida a cenizas el pasado mes de mayo (aquel incendio arrasó 1.715 hectáreas y también afectó a Pego, l'Atzúbia y la Vall de Gallinera), empiece a reverdecer. El Centro Internacional de Estudios Budistas de Pedreguer reforestará mañana el bosque de la Vall d'Ebo. Lo hará para recibir el año nuevo tibetano. Los budistas lo festejan como una victoria del bien sobre el mal. La energía del nuevo año es la del «Mono de Fuego» que, según la tradición tibetana, invita a la acción.