Un ciudadano lituano fue intervenido de urgencia la pasada semana en el hospital de Dénia al presentar en el pene una grave inflamación producida por cuatro anillos de acero. El hombre podía haber perdido el miembro por la opresión de los anillos en la base del miembro.

El hospital pidió la colaboración de los bomberos, que disponen de una máquina dremel de precisión que utilizan para cortar anillos, pero de las manos. Tuvieron que cortar por ambos lados, los que aprisionaban el pene del joven lituano. El acero no se podía doblar.

La intervención fue compleja y en extremo delicada. Al tiempo que cortaban los anillos, los bomberos los rociaban con suero el miembro dado que cogían mucha temperatura.

La intervención acabó satisfactoriamente y el paciente se vio liberado de unos anillos que le estrangulaban el pene y le provocaban un dolor insoportable. Esta delicada intervención se efectuó en uno de los quirófanos ante la posibilidad de que algo pudiera fallar en el momento de realizar los cortes, y contó con la presencia de los bomberos y diverso personal médico y de enfermería.

El jefe de este parque de bomberos, Javier Fayos, ha afirmado que "no es la primera vez que nos llaman del hospital para romper anillos aunque normalmente están en los dedos. No es frecuente que se hallen en el pene -creo que es la segunda vez que esto sucede- ni tampoco es habitual que sean de acero, lo que ha obligado a hacer dos cortes, uno arriba y otro abajo, porque por la dureza del metal con uno no era suficiente".