Un vecino de la Explanada Cervantes, en el puerto de Dénia, avisó a las 4 de la madrugada del sábado al domingo de que un vándalo estaba destrozando retrovisores y mobiliario urbano. Los agentes acudieron a toda prisa, pero el gamberro ya se había esfumado. Fue como si pasara la marabunta. Causó daños en numerosos coches, tiró maceteros, rompió soportes de publicidad? La policía tiene su descripción.