Unos ladrones se colaron en la madrugada del viernes al sábado en el colegio de educación especial Raquel Payà de Dénia y saquearon la caja fuerte y todas las cajas de caudales que encontraron en las dependencias de conserjería y en los despachos del equipo directivo. Los cacos, según todos los indicios, sabían a qué iban. Forzaron la puerta principal para entrar en el centro, que está en las afueras de la ciudad, en el Camí del Cementeri. Luego fueron directos a desactivar la alarma. Y lo hicieron a las bravas. Destruyeron la centralita del sistema de seguridad y los dos sensores de movimiento. Sabían cómo inutilizar la alarma, dado que incluso evitaron que se disparara el sistema antisabotaje.

A continuación, se emplearon sin miramientos. Registraron y revolvieron los cajones y armarios de los despachos del equipo directivo y del conserje. Era evidente que buscaban dinero en efectivo. Es más, debían saber que en el colegio se guardaba la recaudación de loterías y rifas realizadas en Navidad. Reventaron la caja fuerte y todas las cajas de caudales. Y se hicieron con un botín importante para ser un golpe dado en un colegio. Robaron unos 3.000 euros.

El equipo directivo terminó en la mañana de ayer de hacer recuento de todo el dinero y material sustraídos. Algunos padres comentaron que los cacos también se llevaron tablets de los alumnos. Los profesores presentaron ayer la denuncia en la comisaría de la Policía Nacional. También pidieron un informe a la empresa de seguridad para determinar por qué no se disparó el sistema antisabotaje.

La Policía Nacional ha recogido huellas en los despachos que revolvieron los ladrones. Los cacos dejaron olvidada una de las herramientas que utilizaron para forzar la caja fuerte. Tendría impresas huellas dactilares.

El robo ha causado gran indignación en la comunidad escolar de Dénia. El dinero que se recauda en este colegio se utiliza para ayudar a alumnos que tienen necesidades educativas especiales.