A la policía local de Ondara no le falla el pulso. Dos agentes acudieron el lunes a toda prisa cuando les avisaron de que un vecino de 60 años había sufrido un infarto en un banco. Los policías están formados en técnicas de reanimación cardiaca y llevan en el coche un desfibrilador semiautomático. Nada más llegar, comprobaron que el hombre ya no tenía pulso y le salvaron la vida con la maniobra de reanimación.