El Ayuntamiento de Teulada se ha puesto serio con la limpieza de terrenos que antes eran de cultivo y han acabado convertido en eriales o que están abandonados tras enfriarse la expectativa de construir. En el último año, el consistorio ha abierto expediente a 43 propietarios que tenían sus parcelas repletas de matorrales. El peligro de incendio, cuando la vegetación es tan cerrada, evidentemente se agrava. Además, estos terrenos abandonados suelen convertirse en focos de basura.

De los 43 expedientes, 18 están ya solucionados. Los propietarios han atendido la petición municipal y han limpiado sus terrenos. La superficie que ya está desbrozada y libre de residuos es de 28.000 metros cuadrados.

Al tiempo, el ayuntamiento sabe que debe predicar con el ejemplo. En los últimos meses, ha limpiado seis parcelas municipales. Ha actuado en zonas verdes con una superficie total de 32.900 m2. Las tareas han consistido en eliminación de árboles secos o que amenazaban con desplomarse, la poda de ramas y el desbroce selectivo de los arbustos.

Teulada cuenta, además, con un puñado de parajes de gran valor natural que hay que cuidar con mimo. Son el del del marjal del Senillar, en cuyo mantenimiento colabora la asociación Friends of Avinença; la senda fluvial de l'Hort de l'Horta, de gran uso público pues está a un paso del centro urbano de Teulada; los barrancos de l'Horta, de la Borda, les Sorts, el Pas y la Font Santa (la vegetación fluvial y de cañaveral es notable en todos ellos), y la pinada litoral de la cala del Portitxol. Este último bosque ardió el pasado verano. En los últimos meses, se han retirado los pinos calcinados.

Teulada, que mantiene una gran superficie de campos de cultivo (sobre todo de uva moscatel), se enfrenta como otros pueblos de la Marina Alta al problema del progresivo abandono de la agricultura. Para muchos vecinos ya no es una bendición poseer terrenos. Mantenerlos limpios les cuesta un potosí.