El misterio ha tardado tres décadas en desvelarse. En 1985, durante la excavación de la necrópolis romana del Muntanyar de Xàbia (las tumbas están talladas en la piedra tosca), salió a la luz una pieza extraña. Los arqueólogos especularon con que podía ser un incensario o turíbulo utilizado en los ritos primitivos cristianos. Pero el pequeño recipiente de bronce (3,7 cm de alto y 5,1 de diámetro) y su tapadera cónica desconcertaban a los expertos. No se atrevían a asegurar qué uso pudo tener en la Xàbia tardo-romana.
Treinta años después, el arqueólogo Joaquim Bolufer, director del Museo Soler Blasco de Xàbia, ha resuelto el enigma. Ahora se sabe por qué el interior del recipiente estaba ennegrecido. La tinta le dio esa tonalidad.
Al arqueólogo le llamó la atención una pieza que la Misión Arqueológica de la Universitat de Barcelona descubrió el pasado año en el yacimiento egipcio de la ciudad grecorromana de Oxirrinco (es la actual El-Bahnasa y está 190 kilómetros al sur de El Cairo). Era idéntica a la encontrada en la necrópolis romana de Xàbia. Oxirrinco es la ciudad de los antiguos papiros (se han hallado a miles) y no había duda de que el objeto de bronce era un tintero. En su interior todavía quedaba tinta solidificada. Y apareció en la tumba de un joven escriba de 16 años, en la que también se encontraron cálamos (plumas de escribir).
La pieza de Oxirrinco y la de Xàbia son idénticas. Tienen el mismo tamaño. Su tapa cónica está decorada con bandas horizontales incisas. Incluso la de Xàbia está algo mejor conservada. Además, ambos objetos se encontraron en necrópolis tardo-romanas y en tumbas posiblemente ya cristianas.
El arqueólogo xabienc contactó con el catedrático de Historia Antigua de la Universitat de Barcelona y director de excavaciones en Oxirrinco, Josep Padró, quien confirmó que el hallazgo del Muntanyar era un tintero del siglo VI o de principios del VII. Se fabricó, por tanto, en Egipto. No es extraño que llegara al otro lado del Mediterráneo, ya que las relaciones comerciales entre ambas orillas eran intensas. El asentamiento de la Punta de l'Arenal de Xàbia, donde existía una suntuosa villa romana y una factoría de garum (es el yacimiento que privatizó el ministro de Franco Mariano Navarro Rubio), tuvo actividad entre los siglos I y VII. Oxirrinco también floreció en época romana y bizantina.
Para Bolufer, el hallazgo de este tintero confirma que en la Xàbia romana hubo escribas que utilizaban tinta y tinteros y escribían sobre papiros. En el origen de la escritura en este pueblo, hay por tanto una clara influencia del lejano Egipto.
