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Xàbia

Constructoras ofrecen 500.000 euros a cada pesquero para que abandone el puerto

Los armadores autorizan al presidente del Pòsit a que negocie las condiciones en las que se llevarían sus barcos y dejarían vía libre al negocio de la náutica

Constructoras ofrecen 500.000 euros a cada pesquero para que abandone el puerto

La crisis y la oposición ciudadana enfriaron el interés de las empresas por ampliar el puerto de Xàbia y hacer negocio con la náutica deportiva. Hasta ahora. Grandes constructoras han vuelto a la carga. Y apuestan fuerte. Ya no les basta con hacerse con la escollera de Levante, un muelle público en el que desde hace años la conselleria de Infraestructuras no ha invertido ni un euro. Ahora quieren todo el puerto para dar vía libre sin estrecheces al próspero negocio de los amarres.

La cofradía de pescadores ya ha empezado a escuchar los cantos de sirena de estas constructoras. Su presidente, José Serrat, quien lleva en el cargo pocos meses, convocó hace unas semanas a los armadores y les comentó que seis grandes empresas están interesadas en explotar todo el puerto (141.000 metros cuadrados, de los que algo más de 43.000 son en tierra y 97.700 de espejo de agua). A las firmas que se disputarían la concesión no solo les seduce gestionar los amarres. También quieren abrir locales comerciales. Ya se sabe que la náutica y el ocio (restauración y locales de copas) hacen buenas migas.

El presidente del Pòsit, según ha podido saber este diario, pidió permiso a los armadores para seguir negociando con estas empresas o darles calabazas. Se realizó una votación a mano alzada. El resultado fue un sí apabullante. Los pescadores consideraron que no tenían nada que perder y que querían saber qué les ofrecerían por dejar libre su muelle (264 metros lineales) y la lonja.

En esa reunión, ya se vio claro que las empresas no se andaban con chiquitas. Estaban dispuestas a pagar unos 500.000 euros a cada armador por llevarse su barco a otros puertos o al desguace. Si los marineros, al final, optasen por abandonar el muelle de Xàbia, la histórica actividad pesquera de este municipio desaparecería. El eventual acuerdo pasa también por desmantelar la lonja. Las empresas saben que si convencen a los pescadores tienen mucho ganado en un proyecto al que tendría que dar luz verde la conselleria de Infraestructuras.

En la actualidad, la cofradía cuenta con seis barcos de arrastre, cuatro de cerco y siete de tresmall. El puerto fue originariamente pesquero. Se empezó a construir a principio del XX. Se aprovechó el abrigo natural del cabo de Sant Antoni. La actual zona pesquera queda a babor de la bocana.

En la dársena, convive con la pesca un club náutico creado hace más de 50 años y que cuenta con unos 300 amarres. Las constructoras interesadas ahora en el negocio del mar aspiran a explotar toda la dársena: los muelles de Levante y Poniente, las rampas de varada y los talleres náuticos. Saben que este puerto, que es el más próximo de la península con las Baleares y está pegado a la reserva marina del cabo de Sant Antoni, es una bicoca.

El interés por ampliar atraques deportivos en Xàbia viene de lejos. A finales de los 90, una empresa ya planteó ampliar el puerto a costa de la playa de la Grava, que queda al otro lado del muelle pesquero. El rechazo vecinal fue tremendo. En 2003, la mercantil Marina Punta del Este presentó un proyecto para alargar la escollera de Levante y crear 500 nuevos amarres y locales comerciales. Incluso planteó transplantar el trozo de pradera de posidonia que las obras se tragaban. La cofradía de pescadores ya negoció con esta empresa ganar más espacio en el remodelado puerto. Los vecinos también plantaron batalla a esa privatización de un dique ahora pública.

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