La Cova del Migdia, en el Montgó, es un santuario prehistórico que, por su complicadísimo acceso, ha permanecido intacto hasta nuestros días. La Fundació Cirne empezó a excavarlo en 2009. El yacimiento confirmó su potencia. Se hallaron enterramientos de hace 4.000 años. Y la gran singularidad de esa necrópolis de época calcolítica es que está asociada a pinturas rupestres.

Ahora la Cova del Migdia se puede explorar sin pegarse la paliza de subir al Montgó, escalar un precipicio de diez metros y reptar por sus angostas galerías. El Grupo de Patrimonio Virtual de la Universidad de Alicante ha desarrollado junto a Arpa Patrimonio y la Fundació Cirne un recorrido virtual y tridimensional de la gruta.

«La idea era crear un sistema de visualización inversivo que permitiera llevar el yacimiento al público en general y también a los investigadores», explicó ayer Daniel Tejerina, arqueólogo del Grupo de Patrimonio Virtual. «Este modelo puede cumplir una función de difusión y didáctica de un yacimiento que tiene un muy difícil acceso. Los escolares podrán, por ejemplo, visitarlo virtualmente. Pero, además, también hay una vertiente científica. Arqueólogos e investigadores de todo el mundo podrán visualizar la excavación», avanzó el experto.

Todavía falta pulir el recorrido virtual y enriquecerlo con el «desarrollo narrativo» (explicación de las pinturas rupestres y de los hallazgos). Sin embargo, la sensación de entrar en esta estrecha y claustrofóbica cueva está plenamente lograda. El equipo de la universidad incluso ha recreado el efecto de mirar de noche el cielo desde la Cova del Migdia. Se observa un cielo estrellado y una gran luna que casi se puede tocar de real que parece. La tecnología digital va camino de revolucionar (también) la arqueología.