La bodega cooperativa Sant Vicent Ferrer de Teulada está descubriendo al mundo que con la uva de moscatel, además de las excelentes mistelas de toda la vida, se pueden hacer vinos de gran calidad. La presidenta de la cooperativa, Paqui Oller, explicó ayer que la vendimia de este año ha sido, pese a la sequía, buena. «La uva tiene buena calidad y no ha habido plagas», destacó. Los socios han recogido 250.000 kilos de moscatel, una cantidad ligeramente superior a la del pasado año.

Oller avanzó que la cooperativa lanzará en los próximos meses su primer vino rosado. Los caldos estrella de esta bodega son, además de la mistela, los premiados Càntic del sol, el Pitágora y ahora también el espumoso Tegulata, todos ellos blancos.

Ese catálogo se ampliará con un vino elaborado en un 90 % con moscatel y en un 10 % con uva negra de la variedad garnacha, que será la que le imprima la coloración rosada. «Todavía no puedo ni avanzaros el nombre, aunque será el de un viento», indicó Oller.

Lo que no es un enigma es que esta cooperativa se ha tomado al pie de la letra una de las divisas que decoran el despacho de su presidenta. Reza así: «Trabajamos para elaborar vinos que te lleguen al corazón». La apuesta por la innovación no supone descuidar la tradición. Este año la cooperativa embotellará más de 100.000 botellas de mistela, el producto que junto al vermut más se vende.