La regeneración de las 1.715 hectáreas que ardieron en mayo en Pego, la Vall d'Ebo, l'Atzúbia y la Vall de Gallinera ha comenzado con un inesperado hallazgo. Los técnicos del Servicio de Vida Silvestre han documentado la primera población en Alicante de un helecho amenazado y muy poco común. Es el Ophioglossum lusitanium. Juan Jiménez, director del Servicio de Vida Silvestre, subrayó que este helecho es «rarísimo». Y añadió que encontrar una población de esta especie vegetal amenazada en el área calcinada da ya indicios de la «excelente regeneración natural tras el incendio». Las abundantes lluvias de final de verano y de este otoño han ayudado a que surjan estas pequeñas plantas de la familia de las ofioglosáceas.

Los primeros trabajos de restauración de las montañas calcinadas han tenido lugar esta semana. La conselleria de Medio Ambiente envió 9 brigadas de la Red Natura 2000 (36 técnicos) y a otros 20 expertos y trabajadores de la dirección general del Medio Natural.

La directora general de Prevención de Incendios Forestales, Delia Álvarez, explicó a este diario que estos trabajos consistieron en retirar los pinos carbonizados que podían caer sobre las carreteras y caminos rurales. Indicó que los árboles se trituraron y las astillas se arrojaron en las laderas que sufren más erosión. También para contener la erosión se realizaron con los troncos de los pinos una suerte de diques.

Delia Álvarez señaló que, además, se ha realizado un parcelado en uno de los terrenos calcinados y allí se seguirá como se produce la recuperación natural de la vegetación.

Las montañas que ardieron en mayo forman parte del LIC (Lugar de Interés Comunitario) de les Valls de la Marina. Los técnicos de la conselleria tienen previsto volver en los próximos días a retirar más árboles que amenazan con desplomarse sobre los caminos.