Los bous a la mar son la excusa. En las fiestas del Loreto de Xàbia, ir a los toros suele significar no llegar ni a la plaza que se monta en la escollera, sino quedarse unos pasos antes, en el baret que gestiona la comisión y que durante los cinco o seis días de actos taurinos está siempre de bote en bote.

Las concejalías de Fiestas y de Nuevas Tecnologías, que dirigen Toni Miragall y Ximo Segarra, han realizado una encuesta online que desvela qué opinan los vecinos de estas fiestas del Loreto (está previsto hacer también encuestas de las fiestas de Sant Joan, las de Moros y Cristianos y las del Nazareno). La celebración ha salido, en general, muy bien parada. El 39,2 % valora las últimas fiestas (se celebran a finales de agosto y principios de septiembre en el Puerto) como buenas, el 35,3% como aceptables y el 13,2% como muy buenas.

La encuesta, eso sí, cuestiona algunos actos tradicionales que ya no tienen sentido. Los vecinos piden que se eliminen las ruidosas despertades. Las comisiones de fiestas saben de sobra que a los residentes no les hace ninguna gracia que los saquen a las 8 de la mañana de la cama a petardazos y tracas. De ahí que la comisión del Loreto ya haya suprimido una de las dos despertades (solo ha dejado la del día de la patrona) y la junta de Moros y Cristianos las haya quitado todas. Más peliagudo será reducir las de las Sant Joan, una celebración muy inclinada a la pólvora.

Castillo de fuegos

Los encuestados sí se muestran encantados con el castillo de fuegos artificiales que se dispara desde el mar. El pasado año se suspendió, dado que el Consell denegó el permiso para tirarlo, como siempre se había hecho, desde la escollera de Levante (está a menos de 500 metros de la masa forestal del cabo de Sant Antoni). Este año se lanzó desde plataformas flotantes. Un 41,5% de los encuestados valora los espectáculos pirotécnicos como muy buenos.

Los vecinos han expresado quejas sobre los bous a la mar. Se preguntaba en el mismo paquete sobre estos espectáculos taurinos y el baret. El 29,2% los considera muy buenos, pero un 26,3 los ve muy malos. El baret sube la nota. Hay una cifra que constata el éxito de la carpa que monta la comisión. Este año se encargaron 52.500 botellines de cerveza. El baret estuvo cerrado dos de sus seis días ya que llovió a cántaros. Pero sólo se quedaron 6.000 botellines sin vender. En Xàbia, hay más afición a la barra que al bou.