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Dénia

Atribuyen el aumento de medusas al vertido de las depuradoras y de fertilizantes

La investigación también advierte del daño que la proliferación de celentéreos causa a la pesca

Atribuyen el aumento de medusas al vertido de las depuradoras y de fertilizantes

La respuesta a la proliferación de medusas proliferación de medusas hay que buscarla en tierra. Una investigación dirigida por el dianense César Bordehore, que es profesor del departamento de Ecología de la Universidad de Alicante, y realizado en parte por la Estación Científica Montgó de Dénia ha confirmado que existe una relación directa entre los vertidos al mar de nitrógeno y fósforo y la presencia de celentéreos.

El estudio, que se ha publicado en el número de septiembre de la revista científica Plos One, se ha efectuado en 17 kilómetros del litoral dianense. Aplica un modelo matemático de predicción que constata que la reducción de los nutrientes continentales -proceden de fertilizantes agrícolas y del vertido de las aguas residuales urbanas tratadas en las depuradoras- incide claramente en la menor presencia de medusas en el mar. De hecho, se comprueba que a disminuciones del 50% de estos nutrientes los «parámetros poblacionales de medusas» bajan incluso en igual porcentaje.

Los invertebrados marinos son «muy sensibles a la reducción de disponibilidad de alimento (zooplancton y filoplancton)», precisan los investigadores, que inciden en que el efecto de los nutrientes de la agricultura (abonos y fertilizantes) en el aumento de medusas también se ha descrito en el Mar Menor (Murcia), donde desde 1998 entran grandes bancos de celentéreos.

El estudio incide en que, además de ser urticantes para el turismo, las medusas provocan un doble daño para la pesca. Compiten con los peces pequeños, dado que también se alimentan de zooplancton, y se comen sus larvas y juveniles. Además, ya empieza a ocurrir que las embarcaciones de arrastre al recoger las redes las encuentren repletas de cientos de medusas en lugar de pescado.

Algunos pesqueros de Dénia ya han visto como, al vaciar las redes, la cubierta del barco se les llenaba de una masa informe entre la que coleteaba algún que otro pez. Cuando ocurre esto, los marineros dan por perdida toda una jornada de duro trabajo en el mar.

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