El equipo de gobierno pegolino ha querido salir al paso de las críticas recibidas por el grupo de la oposición, Compromís, que acusaba al consistorio de haber incumplido la normativa vigente sobre la eliminación de subproductos animales al enterrar un caballo muerto en el marjal de Pego.

La concejal de Medio Ambiente, Laura Castellà explicó ayer que tras cumplir las órdenes recibidas desde la dirección del Parque Natural, el consistorio revisó la normativa que regula este tipo de actuaciones y les comunicó que se mantenían a la espera de recibir nuevas órdenes para cumplir con el protocolo. En este caso, ley exige que el animal se traslade a un crematorio para ser incinerado.

El problema es que cerca del municipio pegolino no hay ningún centro con instalaciones adecuadas para animales de tan gran tamaño, por lo que debe ser transportado con un camión con unas determinadas características que garanticen un traslado totalmente hermético. Por todo ello, la edil explicó que ya han enviado la solicitud a los responsables del parque para poder realizar las actuaciones lo antes posible, pero, según Castellà, «todavía estamos a la espera de que llegue la autorización para poder sacar al animal y cumplir con el protocolo».