La inestabilidad meteorológica registrada ayer dejó lluvias débiles en diversos puntos de la provincia y un pequeño tornado frente a la costa de Dénia, que no tuvo consecuencias más allá de su impacto visual. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) había advertido del cambio que se iba a producir en el tiempo y de la posibilidad de que las precipitaciones fueran intensas, junto con un descenso notable de las temperaturas. Este último extremo sí se cumplió, de forma que los valores registrados por los termómetros fueron más bajos que otros días, pero la presencia de la lluvia no fue tan generalizada.

El mayor dato de precipitación medido por la Aemet fue de 9,4 litros por metro cuadrado, en Pego, aunque en esta misma localidad un observatorio de la red meteoclimatic registró 15,2 litros. No obstante, ése fue el valor más alto en todo caso. Las lluvias estuvieron muy localizadas, de manera que, por ejemplo, en Busot se contabilizaron 9 litros por metro cuadrado y 2 en San Vicente del Raspeig, según Meteoclimatic, mientras que en poblaciones cercanas no llegó a caer una sola gota. En la Marina Alta llovió de una forma algo más general, aunque igualmente en cantidades pequeñas: según la Aemet, cayeron 2 litros en Xàbia, localidad en la que un observatorio de Meteoclimatic dio un dato cercano a los 5 litros. También llovió, con una intensidad parecida, en otros municipios de la comarca como Xaló, Pedreguer y Benissa, aparte de en Dénia, donde se produjo el fenómeno más llamativo de la jornada.

Frente a la costa de la capital de la Marina Alta se originó lo que se conoce como «manga de mar», un tornado producido dentro del agua y que no llegó a tocar tierra. La estampa captó la atención de numerosas personas, que la fotografiaron y la grabaron en vídeo, tal y como pusieron de manifiesto las imágenes que se difundieron a través de las redes sociales y de los espacios de información meteorológica en televisión. Eso sí, de ahí no pasó la cosa. No consta que se produjera ninguna incidencia por este fenómeno, ni tampoco por la lluvia en ningún punto.

Las temperaturas, con todo, sí fueron bastante más suaves que en días pasados, con máximas de apenas 30 grados en Alicante, 31 en Elche, 32 en Orihuela -la más alta-, 29 en Villena, 27 en Xàbia, 26 en Pego y 25 en Alcoy, datos todos ellos de la Aemet. La noche del viernes en el interior fue incluso relativamente fresca, con mínimas por debajo de los 20 grados en Alcoy, Villena y Pinoso.

Esta situación térmica se mantendrá hoy, según la previsión de la Aemet, con máximas entre los 27 y los 30 grados y mínimas que podrán bajar aún algo más, hasta situarse en 15 grados en Alcoy. Sin embargo, la posibilidad de lluvias prácticamente desaparecerá y los cielos estarán poco nubosos, más variables en el interior en todo caso. Para mañana se prevé que la situación tienda a estabilizarse más, con cielos más despejados y una subida generalizada de las temperaturas, especialmente las mínimas. El termómetro podría alcanzar ya 31 grados en Alicante y 32 en Elche, de confirmarse estas previsiones.