El alcalde del Poble Nou de Benitatxell, Josep Femenia, acudió, acompañado del secretario municipal y el inspector de obras, el pasado 4 de junio al cuartel de la Guardia Civil de Xàbia para denunciar la falsificación de tres documentos urbanísticos, dos de ellos licencias de obra. El primer edil los entregó a los agentes y declaró que no los había expedido la oficina técnica de urbanismo. Mientras, el inspector de obras afirmó que no se correspondían con el modelo oficial del Ayuntamiento y carecían de registro de salida y sello oficial y no estaban firmados por ningún técnico municipal. Las licencias fraudulentas corresponden a una vivienda de la urbanización del Valle del Portet.
Acuerdo amañado
El 22 de junio el secretario amplió la denuncia. El notario de Teulada le consultó sobre la autenticidad de una licencia presentada en la notaria. El funcionario constató que tampoco contaba con sello del Ayuntamiento ni estaba firmada por ningún técnico municipal ni edil. Además, el permiso se apoyaba en un acuerdo de junta de gobierno igualmente amañado. El documento tiene fecha de 9 de octubre de 2013. Ese día, el de la Comunidad Valenciana, es imposible que se celebrara una junta de gobierno. Estos otros documentos se amañaron para ampliar una vivienda del sector Magnolias, en la urbanización de la Cumbre del Sol.
La Guardia Civil de Xàbia ha iniciado una investigación sobre la falsificación de las licencias de obras. Cuando termine las pesquisas, remitirá la denuncia al juzgado de Dénia, que podría abrir diligencias por un posible delito de falsedad documental. Los documentos espurios se detectaron al poner el día las infracciones urbanísticas.
En el caso de la vivienda de Valle del Portet, una empresa de servicios contratada por los propietarios presentó las licencias en la oficina técnica para instar a que se archivase el expediente de infracción. Fue entonces cuando el inspector de obras descubrió que eran permisos fabricados fuera del Consistorio.
Mientras, el propietario del chalé del sector Magnolias pidió licencia en 2013, pero el arquitecto municipal advirtió de que el proyecto presentaba deficiencias, dado que no estaba visado por el Colegio de Arquitectos de la Comunidad Valenciana y no incluía el plan de gestión de residuos. El alcalde desestimó la licencia. Sin embargo, las obras ya se habían iniciado. Y se acabaron con el falso visto bueno de la junta de gobierno.
