Las llamas hicieron un estropicio en Pego. Numerosas casas sufrieron daños. Ardieron setos, techados y barbacoas. Y dos viviendas acabaron calcinadas. La de Miquel Costa, en la zona de montaña del Bodoix, ardió por dentro. Este vecino intentó junto a sus familiares contener el fuego sin conseguirlo.

«Las paredes de fuera no están dañadas, pero el interior de la vivienda ha ardido por completo», explicó a este diario. Atribuyó a la elevada temperatura exterior el hecho de que el fuego prendiera dentro. «Intentamos con mangueras salvar la casa. El fuego se nos echaba encima y, al final, tuvimos que escapar a toda prisa», relató Miquel, que denuncia que por allí no se dejaron ver ni los bomberos ni los medios aéreos.

Este vecino no ocultaba su indignación por la tardanza en llegar de los medios aéreos, crítica compartida por todos los desalojados. Rosa, que vive en la partida de Verdales, mostró ayer a este diario su barbacoa calcinada. El fuego también entró en las parcelas. Los vecinos se afanaban ayer en limpiar con mangueras las paredes exteriores. Asimismo, se vivieron momentos de gran dramatismo en el núcleo de chalés de la Coma, en la inicio de la subida al Miserat. Las llamas sí arrasaron aquí la vivienda de los caseros de una de las propiedades. La terraza quedó destrozada. El fuego devoró las ventanas y la puerta y se coló dentro. En otra vivienda, el jardín estaba chamuscado y los columpios quedaron convertidos en esqueletos carbonizados.

El Ayuntamiento de Pego abrirá el lunes una oficina para atender a todos los vecinos que hayan sufrido daños en sus casas. El alcalde, Enrique Moll, aseguró ayer que se les prestará asesoramiento. Moll también dijo que el Consistorio estará al lado de los dos vecinos que, por los nervios, tuvieron problemas con las fuerzas de seguridad. Uno fue el que rompió el cordón policial e increpó al presidente del Consell, Alberto Fabra.

Protesta

Los vecinos de Pego no quieren que el incendio se olvide sin más. Los aviones y helicópteros seguían sobrevolando el municipio mientras los vecinos empezaban a llegar anoche a la plaza del Ayuntamiento. La convocatoria era para expresar el enfado por los fallos en la extinción. La protesta devino multitudinaria. Unas dos mil personas la secundaron. Un portavoz vecinal se dirigió a los asistentes y dijo que todos deben hacer fuerza para que la investigación sobre los fallos en la extinción no se cierre en falso como ha ocurrido con el incendio que arrasó en septiembre en el Montgó 444 hectáreas.