El nuevo campanario y la remozada plaza de Murla se han hecho de rogar. Desde hace semanas, ya está abierta la plaza de la iglesia de Sant Miquel Arcàngel, que ha estado en obras durante 4 años. Sin embargo, todavía faltan algunos retoques. La alcaldesa, Josefa Roca, confirmó a este diario que hay que colocar un remate de cobre en la torre que sustituye a la que hace 25 años se hundió, con el resultado de dos vecinas mayores fallecidas. Además, se ve que el acabado de la pérgola de hormigón de la parte baja del campanario está por pulir y mejorar. Eso sí, las campanas de Sant Miquel (el templo es del XVI) vuelven a tocar tras dos décadas. Las obras han rozado los 900.000 euros