A Dénia se le vuelve a atragantar el urbanismo. El PP, que gobierna en minoría, pretendía que la oposición digiriera el nuevo Plan Estructural sin apenas masticarlo. Todo son prisas. Esta semana el pleno debía aprobar la segunda exposición pública del documento, que el gobierno local quiere aprobar inicialmente antes de que acabe el mandato. Pero la oposición ve riesgos en tanto vértigo. El urbanismo de Dénia se rige ahora mismo por un régimen transitorio que sólo sirve para el suelo urbano y urbanizado (el resto está suspendido). Desde el PGOU de 1972, todos los demás han caído en los tribunales. El portavoz del PSPV, Vicent Grimalt, indicó ayer que su partido ha pedido un informe jurídico que garantice que el Plan Estructural no correrá la misma suerte y acabará también anulado. El candidato de Compromís, Rafa Carrió, también quiere tener esa certeza. Pero el PP sigue con su carrera contrarreloj.

La alcaldesa, la popular Ana Kringe, convocó el martes el pleno extraordinario para sacar a exposición pública (ahora por 20 días) por segunda vez ese planeamiento urbanístico. A las pocas horas, lo desconvocó. Ya vislumbraba que la oposición votaría en contra. La munícipe anunció ayer que hoy firmará el decreto para exponer el documento al público. Dijo que, en lugar de utilizar esa potestad (también por decreto abrió a finales de diciembre el primer plazo de alegaciones), hubiera preferido un acuerdo de pleno.

Por tanto, el PP sigue adelante con un Plan Estructural que parece abocado al fiasco. Kringe y el edil de Urbanismo, Vicente Chelet, lo ven venir y se ponen la venda antes de la herida. La alcaldesa acusó ayer a la oposición de «dinamitar el proceso de participación y querer llevar los trámites a un punto sin retorno». Mientras, Chelet sostuvo que si el Plan General no sale ahora adelante la ciudad estará cinco años bloqueada y se truncará su recuperación económica.

El gobierno local está empeñado en llevar el nuevo planeamiento a pleno durante la primera semana de mayo. La alcaldesa dijo que hay que adelantarse a que caduque el informe de sostenibilidad ambiental (lo hace en mayo) redactado por el Consell. De lo contrario, advirtió, la nueva corporación debería «empezar de cero y el proceso se demoraría, en el mejor de los casos, otros tres años».

La oposición advierte, sin embargo, de que las prisas en urbanismo salen caras. El portavoz socialista aseguró ayer que el gobierno local pretendía que en 48 horas se estudiaran todos los planos, anexos e informes del Plan General y aprobaran en pleno la segunda exposición pública. Dijo que en la comisión de Urbanismo de esta semana «nadie entendió la urgencia de aprobar el documento». El miércoles por la tarde, los grupos se llevaron la sorpresa de que el gobierno local todavía les entregaba un cedé de propina con el catálogo de bienes protegidos. «Además, nos dieron la documentación en un carrito, como si estuvieran burlándose de nosotros», criticó Grimalt.

Y sí, el futuro urbanístico de Dénia, regido durante décadas por planes que los tribunales han echado abajo, viaja en carro (en la imagen). Los documentos se llevan así desde las dependencias de urbanismo al edificio consistorial. Así pues, el PP tira a toda prisa de un carro, el del Plan Estructural, que va directo al fracaso.