Los dueños de perros de la Marina Alta vuelven a estar alerta. El envenenamiento masivo de canes ocurrido en las dos últimas semanas en partidas rurales de Gata, Jesús Pobre y Dénia ha hecho sospechar de que algún desalmado había vuelto a utilizar cebos de estricnina. Siete perros fallecieron y al menos otros dos se intoxicaron tras ingerir bolas de pescados salazonados. Agentes de la policía de Gata describieron las trampas como «sardinas prensadas». Pero el veneno no era esta vez estrictina, una sustancia difícil de conseguir dado que lleva años prohibida. La sustancia empleada es un insecticida muy tóxico, el Aldicarb, un compuesto químico de la familia de los carbamatos.
La propia Policía Local confirmó a este diario que en los cebos se había hallado este plaguicida, que destaca por su elevada toxicidad y también por ser muy persistente, dado que su acción como potente veneno puede incluso superar los 45 días. Las trampas ilegales de Aldicarb se han utilizado en cotos de caza de Andalucía o Navarra (algunos se han llegado a cerrar por la presencia del veneno) para acabar con las aves rapaces.
El aviso que lanzó la policía de Gata en las redes sociales ha surtido efecto. Tras dos semanas de goteo de envenenamientos de perros, no se han contabilizado nuevos casos. Al menos no en este municipio. Sí que se está investigando la muerte de otros dos canes, uno en Calp y otro en la Serra de Bèrnia, en Benissa.
Los cebos que han causado la muerte de perros en partidas rurales limítrofes de Gata, Dénia y Jesús Pobre se habían arrojado en las cunetas de caminos por los que los dueños de mascotas suelen sacarlas a pasear. Parece claro, por tanto, que quienes colocaron el veneno tenían la intención de intoxicar a animales domésticos. Además, ahora no hay proliferación de zorros. Y para reducir la población de jabalíes, que sí ha crecido mucho en los últimos años, los cazadores ya están realizando esperas y batidas.
Por ello, la policía de Gata ha recomendado a los vecinos que lleven a sus perros con correa y les coloquen un bozal.
