A los vecinos no suele hacerles mucha gracia que en un recoveco de su fachada los pájaros hagan un nido. Ahora, en el casco antiguo de Calp, los nidos serán obras de arte.

El alcalde, César Sánchez, ha pedido a los vecinos permiso para instalar en sus tejados unos nidos de barro que, elaborados por el ceramista local Esteban Juárez, representarán torres de una iglesia, minaretes y barcos de pesca.

La Muralla Roja

Uno de los diseños se inspira en la Muralla Roja, el edificio más emblemático de Ricardo Bofill en Calp. El objetivo es que gorriones, vencejos o golondrinas vuelvan a anidar en el centro histórico.

Además de la vida que las aves dan a un pueblo, los pájaros ayudan a controlar las plagas de insectos. Se da por seguro que evitarán que, como ocurrió el pasado verano, proliferen los mosquitos.

El proyecto, pionero en la Marina Alta, sí tiene precedentes en grandes ciudades, donde incluso en los nuevos muros se dejan huecos para que los pájaros hagan sus nidos.