Acceder a una playa no puede convertirse en una carrera de obstáculos. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana ha condenado a la Generalitat a indemnizar con 24.229 euros a una mujer que en agosto de 2008 se fue al suelo en las entonces peligrosas escaleras que bajaban de la explanada del puerto de Calp a la playa del Cantal Roig. El fallo advierte de que la administración responsable de mantener en condiciones este acceso es la conselleria de Infraestructuras, dado que las escaleras están en la zona portuaria.

La mujer se fracturó el tobillo. Una ambulancia la llevó al hospital de Dénia donde permaneció 9 días ingresada. Luego realizó rehabilitación durante otros 84 días, pero le quedó una artrosis postraumática y una limitación de la movilidad del tobillo.

La conselleria de Sanidad rechazó la reclamación de responsabilidad patrimonial presentada por la accidentada. Sostenía que no estaba acreditado cómo se produjo las lesiones. Sin embargo, los informes policiales y del hospital constataron que el accidente ocurrió tal y como lo relató la demandante.

La vecina se cayó en las escaleras, que eran de madera y estaban recubiertas de un plástico que las hacía muy resbaladizas. A los pocos días, de hecho, se cambiaron. Además, no había ninguna señal que advirtiera del peligro. La vecina también alegó que en muchos metros no había otro acceso a la playa del Cantal Roig.