El viento nunca deja de soplar en la Plana del Montgó. Hasta principios del siglo XX empujó las aspas de los molinos. Ahora el viento sopla a favor de la recuperación de un patrimonio único. En la Comunidad, hay, dispersas, ruinas de antiguas torres de piedra que, por su recia arquitectura, engañan. No son construcciones defensivas, ni de guaita, y sí están vinculadas al mundo agrícola tradicional. Pero no hay ningún conjunto tan importante como el de la Plana. Aquí se alzan todavía once molinos. Cinco de ellos son municipales (el ayuntamiento se los escrituró en marzo de 2013 tras detectar que no figuraban en su inventario). Y esos son los que, poco a poco, van recuperando su antigua fisonomía.
El consistorio ha restaurado ahora el molino número 2 (están numerados desde el Montgó al cabo de Sant Antoni). La conselleria de Cultura ha financiado las obras, que se adjudicaron a la empresa Contrafforte Restauro por 27.776 euros. El concejal de Patrimonio, Antonio Miragall, explicó ayer que la rehabilitación de este molino, que era una ruina (se vino abajo durante una tormenta), se ha realizado con los escombros que estaban tirados en el suelo y con antiguas toscas. La puerta, de hecho, se ha enmarcado con sillares de tosca. En el interior, se ha reconstruido la escalera de piedra y las antiguas muelas, que estaban enterradas.
Este es el tercer molino que rehabilita el Ayuntamiento de Xàbia, que ya se ha puesto manos a la obra para recuperar también el número uno. Los alumnos de un plan de empleo que se iniciará ahora actuarán en esta construcción, que está bastante deteriorada y de la que incluso han desaparecido sillares de tosca.
Además, está previsto mejorar la senda que lleva a estos tres primeros molinos y, de alguna forma, crear aquí un mirador como el que existe en otros tres molinos situados un poco más al este (se llega por el Camí del Monasteri).
La recuperación de este patrimonio no es sólo cosa del ayuntamiento. La familia Huguet, propietaria de otros tres molinos, también los ha salvado de la ruina.
