La arquitectura de la monumental escalera del Palau del Governador, levantada en 1600 en el punto más alto del castillo de Dénia, donde se hallaba el Palau Vell, no tiene igual en la Comunidad Valenciana. «Las piedras se sacaron de la cantera del castillo, pero los picapedreros debieron ser castellanos», especuló ayer el arqueólogo de Dénia, Josep A. Gisbert. «Su traza enlaza con la de los mejores arquitectos de la corte de Felipe III. Tiene similitudes con el estanque del Escorial y la Granjilla de la Fresneda», apuntó Gisbert.

Esa magnífica escalinata, con forma de «T» y destruida al igual que el Palau del Governador durante la Guerra de Sucesión y del Francés y expoliada luego durante años, va a recuperar ahora su esplendor. La dirección general de Cultura, a petición del ayuntamiento, ya ha redactado el proyecto básico de restauración. Lo firman el arquitecto Julián Esteban Chapapría y el arqueólogo de Dénia, Josep A. Gisbert. El consistorio lo enviará al Ministerio de Fomento para entrar en el programa de ayudas del 1,5% Cultural.

Pero la intervención va más allá de la escalinata de piedra. También se consolidarán y pondrán en valor los vestigios del Palau Vell, que se erigió en tiempos de Alfonso de Aragón, primer conde de Dénia (segunda mitad del siglo XIV). El palacio lo amplió a principios del siglo XVII el duque de Lerma. Esa ampliación, de factura renacentista, se conoce como el Palau del Governador. El duque de Lerma revolucionó la arquitectura de Dénia. Entonces se construyeron también la Casa Consistorial, el convento de las Agustinas y el convento de Sant Francesc de Padua.

Las obras de la escalinata y del Palau Vell tienen un presupuesto de 891.770 euros. El ministerio aportaría el 75% y el resto lo pondrá el ayuntamiento. Sin embargo, hay que esperar a abril para saber si Fomento incluye a Dénia en esta línea de ayudas.

La intervención contempla colocar paneles explicativos en el recinto superior de un castillo de origen islámico (empezó a construirse en el siglo XI) que ha vivido muchas épocas de apogeo, como la del duque de Lerma.

«Los turistas tendrán la oportunidad de subir por una escalera del siglo XVII», destacó Gisbert, que apuntó que con esta rehabilitación y los nuevos paneles los visitantes se harán una idea de «la magnificencia»del palacio medieval y de su ampliación renacentista.